Nos recuerda que el sufrimiento no está excluido de nuestra existencia, pero a través de la unión con Cristo crucificado, podemos encontrar sentido y trascendencia en nuestros propios dolores y dificultades. Nos invita a reflexionar sobre el sentido de nuestro propio sufrimiento y a seguir el ejemplo de Jesús, ofreciendo nuestras dificultade